Si tuviera que elegir los tres hábitos que más me han ayudado a sentirme mejor y que están científicamente comprobados sus beneficios serían:
– Alimentación saludable
– Ejercicio moderado regularmente
– Descansar suficientemente
Muchas veces, sabemos los beneficios que nos aportan estos hábitos, pero no tenemos la motivación suficiente.
1. Aliméntate bien
Basa tu alimentación en frutas y verduras, los colores en tu nevera son indispensables, cuanta más variedad de colores más variedad de nutrientes. Las verduras y hortalizas aportan vitaminas, minerales y fibra a tu organismo.
La idea es mezclar los grupos de alimentos (frutas, verduras, cereales, carbohidratos, proteínas y grasas) variando y no eliminando ninguno. También vigila las raciones que tomas de cada grupo de alimentos, mira que sean las que realmente te corresponden por edad, actividad, estatura.
¡Recuerda que comer bien no significa dejar de comer!
2. Haz ejercicio regularmente
Proponte realizar unos 30 minutos diarios de ejercicio moderado. El ejercicio es fundamental para una vida saludable. Para que tu cuerpo note los beneficios no tienes que realizar muchas horas diarias de ejercicio muy intenso, escoge un deporte o una actividad (caminar, bailar) que te guste y tómalo como un hábito diario así evitarás el sedentarismo.
Recuerda que el estrés y la ansiedad disminuyen con la práctica de ejercicio regular, entre otros muchos beneficios.
Generalmente hay dos frenos para no poder implementar este hábito:
– La falta de tiempo
– La falta de motivación
La sensación de falta de tiempo significa que no has podido hacer algo que es importante para ti, durante el día has ido haciendo actividades y cuando terminas el día ves que lo que es importante para ti no has podido hacerlo. Esto significa que has priorizado unas actividades antes que otras, te invito a que analices si todas las actividades que has hecho durante el día eran imprescindibles, se honesta contigo misma, verás que hay alguna que podrías haber optimizado o aplazado, incluso no hacerla, muchas veces hacemos actividades por mera rutina.
Entonces, ¿Qué prioridad le das a tu salud?, intenta bloquear, aunque sea 30 minutos al día para activar tu cuerpo (ejercicio en casa, caminar, bajar unas paradas antes del autobús, etc.).
En cuanto a la falta de motivación tienes que conocerte y saber que valores son imprescindibles para ti (libertad, salud, familia) y pensar qué valor estás honrando haciendo ejercicio y cuidándote (salud, ejemplo a tus hijos, independencia).
3. Disfruta del descanso
Ten el hábito de dormir de 7 a 8 horas diarias, y procura hacerlo aproximadamente en el mismo horario.
El sueño es el método ideal para recargar energía lo que permite un equilibrio entre la actividad y el descanso, no solo del cuerpo sino de la mente y el espíritu.
Si quieres coger el hábito de dormir más y, por lo tanto, irte antes a la cama, debes tener en cuenta que hay que empezar por planificar tu rutina de tarde-noche, desde la hora a la que cenas, a la hora a la que te preparas las cosas del día siguiente, empieza a preparar a tu cuerpo para el descanso dejando las pantallas a un lado, mejor opta por una lectura que te guste y te relaje.
Y aquí están los tres tips que, desde mi punto de vista, van a ayudarte a tener una vida sana. Aplícalos en tu día a día y verás como tu bienestar mejora.
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